Matrimonio infantil en el mundo
Acabar con el matrimonio infantil
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El matrimonio infantil afecta a los niños – principalmente a las niñas – en todo el mundo. Les priva de su libertad, de su derecho a la educación y pone su vida en peligro. No hay una sola causa del matrimonio infantil, por lo que hay que trabajar mucho para acabar con él. Se da en todas las religiones, culturas y países, y puede estar causado por la pobreza, la falta de acceso a la educación y las normas culturales, sociales y de género.
De los 25 países con las tasas más altas de matrimonio infantil, casi todos están afectados por desastres naturales, fragilidad o conflictos. Durante 70 años, World Vision ha estado trabajando en estos países para acabar con el matrimonio infantil. Abordamos las causas profundas, como la pobreza familiar, y trabajamos con las familias y las comunidades para ayudarles a comprender el valor de una niña y los terribles efectos que el matrimonio precoz puede tener en la vida de una joven.
Formamos a las niñas para que adquieran las habilidades necesarias para ganar un salario para ellas y sus familias, de modo que no dependan de un marido ni se vean obligadas a casarse por unos padres que viven en la pobreza. Geeta (nombre ficticio), de la India, tenía 15 años cuando la casaron porque su padre creía que era la mejor y única opción real para ella. Desde entonces se ha reunido con sus padres, que han comprendido que lo que hicieron estuvo mal y quieren que Geeta estudie.
Estadísticas sobre el matrimonio infantil en el mundo
Entre las niñas que crecen en el sur de Asia, el 30% experimenta el matrimonio precoz, en comparación con el 25% en América Latina y el Caribe. Las tasas son del 17% en Oriente Medio y África del Norte, y del 11% en Europa del Este y Asia Central.
El embarazo precoz es una de las causas y consecuencias más peligrosas de esta práctica nociva. Las niñas que se casan a edades tempranas tienen más probabilidades de sufrir violencia, abusos y relaciones sexuales forzadas debido a la desigualdad en las relaciones de poder. Son más vulnerables a las infecciones de transmisión sexual (incluido el VIH).
Ir a la escuela da a las niñas opciones y oportunidades en la vida, permitiéndoles desempeñar un papel activo en sus comunidades y romper el ciclo de la pobreza. Es poco probable que las niñas casadas vayan a la escuela. La educación, incluida la educación sexual integral, es esencial para que las niñas puedan tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y su bienestar.
El programa global de Plan International, 18+ (Ending Child, Early and Forced Marriage) trabaja a nivel local, nacional e internacional para que millones de niñas puedan evitar el matrimonio, permanecer en la escuela y decidir por sí mismas si se casan y cuándo. El programa adopta un enfoque holístico para identificar y abordar las causas profundas de esta dañina tradición e identificar las oportunidades de cambio.
El matrimonio infantil en la India
WASHINGTON, 27 de junio de 2017 – El matrimonio infantil costará a los países en desarrollo billones de dólares para 2030, según un nuevo informe publicado por el Banco Mundial y el Centro Internacional de Investigación sobre la Mujer (ICRW). Por el contrario, acabar con el matrimonio infantil tendría un gran efecto positivo en el nivel educativo de las niñas y sus hijos, contribuiría a que las mujeres tuvieran menos hijos y más tarde, y aumentaría los ingresos esperados de las mujeres y el bienestar del hogar.
Según el informe Economic Impacts of Child Marriage, en los últimos 30 años, la prevalencia del matrimonio infantil (matrimonio o unión antes de los 18 años) ha disminuido en muchos países, pero sigue siendo demasiado elevada. En un conjunto de 25 países para los que se realizó un análisis detallado, al menos una de cada tres mujeres se casa antes de los 18 años, y una de cada cinco tiene su primer hijo antes de los 18 años.
“A las niñas casadas se les suele arrebatar el derecho a la seguridad y la protección, a la salud y la educación, y a tomar sus propias opciones y decisiones en la vida”, dijo Quentin Wodon, Director de Proyectos del Banco Mundial y coautor del informe. “El matrimonio infantil no sólo acaba con las esperanzas y los sueños de las niñas. También obstaculiza los esfuerzos para acabar con la pobreza y lograr el crecimiento económico y la equidad. Acabar con esta práctica no sólo es lo moralmente correcto, sino también lo económicamente inteligente.”
Matrimonio infantil en el mundo
[Se dice expresamente que el matrimonio es una unión divina. Cristo dijo “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. Encontramos a Salomón llamando a la esposa un “regalo del Señor”, y en el servicio matrimonial designado por la Iglesia de Inglaterra se requiere que alguien [sic] se presente como el donante de la novia, como es el caso en todo matrimonio hindú. “El matrimonio”, dice un eminente doctor (hindoo) en leyes, “es visto como un regalo de la novia por su padre u otro tutor al novio”. La unión matrimonial es, pues, una unión divina; es un acto de Dios y no del hombre. Es evidente que el matrimonio no es un contrato civil, y el consentimiento no es su esencia. Los católicos romanos lo consideran un sacramento; también los hindúes [13].
En primer lugar, reconociendo la amplia variación cultural, los adolescentes retrasan cada vez más el matrimonio – para algunos, para buscar opciones de educación o empleo. La urbanización tiene un papel importante en este cambio social. En segundo lugar, históricamente, las sociedades esperaban que la maternidad se produjera poco después del matrimonio; ahora las normas están cambiando hacia el retraso de la maternidad. Estos cambios clave, que afectan a todas las sociedades en distinto grado, han ampliado la brecha entre la pubertad y el matrimonio, y entre el matrimonio y la maternidad [51].